En los parques hay preguntas sin respuestas. Parte II

Hace unos días hablamos de los parques, la inclusión, la colaboración de los padres y esas preguntas que los más pequeños hacen sin obtener respuesta.

Hoy la persona que se queda sin respuesta soy yo.


Como ya conté en la primera parte, mi trabajo me permite acompañar a menores con discapacidad a lugares como el parque, pero...

¿Hay miedo en los parques? ¿Desconocimiento de la sociedad? ¿Faltan niños con discapacidad los parques? ¿Sobreprotección de los pequeños?

No tengo respuesta para ninguna de estas preguntas, pero sobre todo, no tengo respuesta para saber ¿por qué algunos padres invitan a sus hijos a cambiar de juego cuando nosotros llegamos?

Si, no han leído mal, cuando llegamos al tobogán el niño dispuesto a volver a subir es invitado a jugar en las cadenas, cuando nos cruzamos en el puente del columpio el niño es invitado a cambiar de juego, otro que no implique tener que cruzarse con un niño con discapacidad que tiene dificultades para expresarse de forma oral, en la marcha, la motricidad o de visión.

En los columpios los niños reciben constantemente pautas para jugar como por ejemplo: comparte, deja salir antes de entrar, sube despacio que hay niños más pequeños,etc.
Hay padres alli presentes que creen que los niños con discapacidad no entenderán estas órdenes y por supuesto no contemplan que necesitan más tiempo para realizar la acción y dar una respuesta.

No debemos ser los adultos quienes rompan la magia de jugar y divertirse, hay que tener paciencia.
Porque los niños, tengan o no discapacidad buscan divertirse con otros niños, sin prejuicios, sin estereotipos y sin juicios de valor.








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